José de la Cruz Porfirio Díaz Mori — (Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 15 de septiembre de 1830 - París, Francia, 2 de julio de 1915)— fue un militar y político mexicano, que ocupó el cargo de Presidente de México, en dos ocasiones; la primera del 5 de mayo de 1877 al 30 de noviembre de 1880, siendo sucedido por su compadre Manuel González. Asumió por segunda ocasión el cargo del 1 de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911, fecha en que firmó su renuncia.
En 1846 ingresó al seminario, que abandonó en 1850, cuando ingresó al Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, considerado herético. Tras egresar, se unió a Juan Álvarez, quien dirigía la Revolución de Ayutla, contra Antonio López de Santa Anna. A la caída de Santa Anna, Benito Juárez, fue nombrado gobernador de Oaxaca, mientras que a Díaz se le confirió el mando político en Ixtlán, Oaxaca. En 1859, estalló la Guerra de Reforma, provocada por la promulgación de la Constitución de 1857. Díaz participó como militante en las fuerzas liberales al mando de Jesús González Ortega. Luego del triunfo liberal, Porfirio Díaz se convirtió en diputado por su estado natal, y en abril de 1861 le fue concedido el cargo de general de división.
Participó en la Segunda Intervención Francesa en México, donde luchó bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza en la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862. Un año más tarde, peleó en el Sitio de Puebla, ciudad que tomaron los franceses el 18 de mayo de 1863, e hicieron preso a Díaz, quien estuvo a punto de ser extraditado a Francia, pero logró escapar y encontrarse con Juárez en la Ciudad de México, quien le encomendó formar un ejército de resistencia en Oaxaca. En marzo de 1865, el mariscal Aquiles Bazaine tomó Oaxaca y Díaz de nuevo fue hecho prisionero y llevado a Puebla, de donde escapó en agosto. Tras escapar, reinició sus actividades en Oaxaca, derrotó a los franceses en la Batalla de Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera. El 2 de abril de 1867, Díaz tomó Puebla, y el 15 de junio, recuperó para las tropas republicanas la Ciudad de México. En 1871, Díaz se levantó en armas contra Juárez, y expidió el Plan de la Noria. A mediados de 1872, estuvo a punto de entrar a la Ciudad de México pero fue derrotado por Sóstenes Rocha. El 18 de julio de ese mismo año Juárez murió de angina de pecho, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, se convirtió en presidente y le concedió amnistía. Díaz, despojado del mando militar, se retiró a Tlacotalpan, donde vivió hasta 1876, cuando se levantó en armas contra la reelección de Lerdo, proclamando el Plan de Tuxtepec. Tras su triunfo, Díaz se convirtió en presidente provisional y sacó del país a Lerdo, Mariano Escobedo y José María Iglesias. En 1880 fue sucedido por Manuel González. Cuando regresó al poder en 1884, comenzó la era conocida como Porfiriato, que se prolongó hasta 1911.
Participó en la Segunda Intervención Francesa en México, donde luchó bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza en la Batalla de Puebla, librada el 5 de mayo de 1862. Un año más tarde, peleó en el Sitio de Puebla, ciudad que tomaron los franceses el 18 de mayo de 1863, e hicieron preso a Díaz, quien estuvo a punto de ser extraditado a Francia, pero logró escapar y encontrarse con Juárez en la Ciudad de México, quien le encomendó formar un ejército de resistencia en Oaxaca. En marzo de 1865, el mariscal Aquiles Bazaine tomó Oaxaca y Díaz de nuevo fue hecho prisionero y llevado a Puebla, de donde escapó en agosto. Tras escapar, reinició sus actividades en Oaxaca, derrotó a los franceses en la Batalla de Miahuatlán y en la Batalla de la Carbonera. El 2 de abril de 1867, Díaz tomó Puebla, y el 15 de junio, recuperó para las tropas republicanas la Ciudad de México. En 1871, Díaz se levantó en armas contra Juárez, y expidió el Plan de la Noria. A mediados de 1872, estuvo a punto de entrar a la Ciudad de México pero fue derrotado por Sóstenes Rocha. El 18 de julio de ese mismo año Juárez murió de angina de pecho, y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada, se convirtió en presidente y le concedió amnistía. Díaz, despojado del mando militar, se retiró a Tlacotalpan, donde vivió hasta 1876, cuando se levantó en armas contra la reelección de Lerdo, proclamando el Plan de Tuxtepec. Tras su triunfo, Díaz se convirtió en presidente provisional y sacó del país a Lerdo, Mariano Escobedo y José María Iglesias. En 1880 fue sucedido por Manuel González. Cuando regresó al poder en 1884, comenzó la era conocida como Porfiriato, que se prolongó hasta 1911.
EL PORFIRIATO (1877-1910)
CONCLUSIONES
México se encontraba en una etapa de transición económica, política y social ya que acababa de pasar por una situación de inestabilidad provocada por golpes de estado, perdida de su territorio, fuertes deudas económicas y una constante lucha por su nacionalismo.
Luego que Laredo abandonó la presidencia, Porfirio Díaz se hizo del poder y, para darle legalidad a su Gobierno, dejó el mando a Juan N. Méndez que convoco a Elecciones. Porfirio Díaz resulto triunfante a en los comicios y, a partir del 5 de Mayo de 1877, empezó a dominar paulatinamente el escenario político mexicano. Para tal efecto:
1. Reformó la Constitución para prohibir la reelección inmediata.
2. Utilizo contra gavilleros y ladrones la ya famosa "ley fuga" y a sus enemigos políticos les aplicó el sistema de "mátalos en caliente".
3. Logró el reconocimiento de su gobierno por parte de los Estados Unidos y reanudo relaciones oficiales con Belga, Alemania, Italia, Francia, España e Inglaterra.
4. Estableció un sistema centralista con apariencia de Federal.
Para el gobierno el periodo 1880-84, Porfirio Díaz apoyó la candidatura a la presidencia de su compadre Manuel González. Éste, que resultó triunfador en las elecciones, continuo la obra iniciada por aquel, consolidando su política ferroviaria hasta comunicar la cuidad de México con los Estados Unidos y establecer la primera institución de crédito oficial: El Banco Nacional Mexicano.
EL GOBIERNO DEL GENERAL MANUEL GONZÁLEZ
Don Porfirio, que ya había empezado a controlar los hilos del poder, desprestigió a los candidatos que no eran de su agrado y debilitó el apoyo que tenían. Finalmente, eligió un presidente permutable en cuya lealtad sabía que podía confiar implícitamente para impulsar el programa y que le devolvería el gobierno cuatro años más tarde, éste era el general Manuel González, que tenía además la ventaja de ser un militar prestigiado, su incondicional y coincidir en el programa de construcción de vías férreas. Por primera vez, en casi tres décadas, se transmitió pacíficamente el poder, aunque se llevó a cabo en medio de fraudes y violaciones al sufragio.
Don Porfirio, que ya había empezado a controlar los hilos del poder, desprestigió a los candidatos que no eran de su agrado y debilitó el apoyo que tenían. Finalmente, eligió un presidente permutable en cuya lealtad sabía que podía confiar implícitamente para impulsar el programa y que le devolvería el gobierno cuatro años más tarde, éste era el general Manuel González, que tenía además la ventaja de ser un militar prestigiado, su incondicional y coincidir en el programa de construcción de vías férreas. Por primera vez, en casi tres décadas, se transmitió pacíficamente el poder, aunque se llevó a cabo en medio de fraudes y violaciones al sufragio.
Manuel González continuó la obra económica y política de Díaz. Se preocupó por someter a los gobernadores al dominio de la Federación, reprimir el bandolerismo y los focos de disidencia, y avanzar en la estabilidad política del país. Se continuó con los fraudes electorales, la imposición de candidatos y la intervención en la política interna de las entidades federativas.
No obstante los logros alcanzados en su administración, a González se le acuso de corrupción de haber puesto en circulación las monedas de níquel y de reconocer la deuda Inglesa tan desventajosa para México. Esto acarreo un enorme desprestigio al final de su mandato, en que también se promulgo la Ley de Deslinde y Colonización de terrenos Baldíos.
EL PORFIRISMO
Porfirio Díaz estableció un régimen político de conciliación procurando satisfacer a aquellos que pudieran ser útiles a su dictadura, dividió a los adversarios, adulo a sus amigos, manejó las intrigas y los que no se dejaron corromper los llevo a la cárcel o asesinados, así dejó de existir la oposición organizada después del primer periodo de gobierno.
La segunda administración de Porfirio Díaz (1884-88) se inicio en momentos difíciles, no solo desde el punto de vista económico, sino que también en el aspecto político. Para afrontar lo anterior, se suspendió el pago de la deuda interna y se reconoció la deuda inglesa, al mismo tiempo que se establecía una política de conciliación con destacados miembros de diferentes grupos sociales, al igual que con los altos jerarcas eclesiásticos.
También en este periodo se origino la Guerra de Yaqui (1885-1909) en la que los habitantes de la región lucharon por mantenerse independientes de gobierno de centro; murió en prisión el ladrón generoso Chucho El Roto (1885); el general Trinidad García de la Cadena, opositor político de Porfirio Díaz, fue asesinado (1886); se reformo la constitución para permitir la reelección inmediata (1887);se empezó a celebrando el año nuevo (1887-88) y perdió la vida el Celebre bandolero Heraclito Bernal (1888).
En el tercer periodo presidencial (1888-92), Díaz consolido su poder con base a los éxitos alcanzados en el segundo: la conservación de la paz (paz del sepulcro, decían sus opositores) y la conquista de prosperidad, sin embargo, el los últimos años de este cuatrienio la popularidad del presiente se vio amenazada por una crisis financiera que puso en peligro la tan ponderada prosperidad: la pérdida general de las cosechas ocasionadas por las terribles sequías y la depreciación de la plata en los mercados mundiales, factores que a su vez generaron la devaluación del peso mexicano (En 1870 el peso y el dólar se intercambiaba a la par, el 1890 un peso por .87 dólar y el 1894 un peso por.51 dólar).
Como consecuencia de los anteriores, el cuarto periodo de Porfirio Díaz (1892-96) se inicio en condiciones de aguda crisis económica que afectaba directamente a lo social y repercutía en el ámbito político. Por fortuna, en 1893 José Ives Limantour se hizo cargo de la Secretaría de Hacienda y logro superar la crisis, circunstancias que favoreció la reelección de Porfirio Díaz para su quinto periodo presidencial (1896-1900). Limantour organizaría también el sistema bancario mediante la Ley General de Instituciones de Crédito 1897.
A partir de 1896, la reelección de Díaz fue indefinida; cada cuatro años hubo elecciones y en cada una de ellas resulto electo "El Caudillo Necesario".
Con el porfirismo, la economía mexicana entro en la fase capitalista y sus diferentes áreas de producción fueron incorporadas, en mayor o menor medida, al sistema económico de los países industrializados.
LA PAZ PORFIRISTA
Juárez fue presidente de México desde 1858 hasta su muerte, en 1872. El año anterior había sido reelecto, y el general Porfirio Díaz se levantó en armas para protestar, pero fue derrotado. Unos meses después,al morir Juárez, de acuerdo con las leyes asumió la presidencia de la República Sebastián Lerdo de Tejada, que era presidente de la Suprema Corte de Justicia. Cuatro años más tarde, Lerdo de Tejada buscó reelegirse y Díaz volvió a rebelarse ;esta vez tuvo éxito y tomó el poder.
LAS FUERZAS DE APOYO DEL PORFIRISMO
El ejército fue uno de los pilares más importantes del régimen porfirista, así como también el cuerpo policíaco que le sirvió como pilar de su gobierno para reprimir manifestaciones del pueblo. La iglesia apoyó al porfirismo para recuperar lo perdido durante la reforma. Los Científicos desempañaron un papel importante en la política.
EL MECANISMO DE LAS REELECCIONES
El principio de No Reelección se elevó al rango de constitucional en 1878, pero solo prohibía la reelección continua, por ello Díaz volvió a ocupar la presidencia luego del gobierno del general González (1884-1888), Díaz promovió la ley que permitía la reelección continua con la que ocupó el poder de 1888 a 1892.
En 1890 se removieron todos los impedimentos que le impedían a Díaz continuar su gobierno, se reeligió por los periodos 1892-1896, 1896-1900 y 1900-1904. En 1904 se reformo la constitución para crear la vicepresidencia y ampliar el periodo de gobierno de 4 a 6 años por lo que Díaz ocupó el poder de 1904 a 1910.
DIVISIÓN DE LA SOCIEDAD
La aristocracia: gozaba de todos los servicios y estaba formada por hacendados, funcionarios del gobierno y profesionistas de éxito.
La clase media: compuesta por ingenieros, médicos, abogados, maestros, empleados de oficina, ferrocarrileros y artesanos.
La clase baja: formada por obreros, campesinos y trabajadores humildes que vivían en la miseria.
LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS
Cuando Díaz entró al gobierno se propuso impulsar la agricultura, comercio, minería, industria, obras públicas, vías de comunicación, arreglar la deuda externa y el crédito financiero, social y político del país, que alcanzó durante su gobierno un prestigio sin precedente.
El plan de Díaz se basó en el lema Orden y Progreso; el cual consistió en otorgar concesiones a los inversionistas extranjeros y por ello los mayores beneficios fueron para los extranjeros.
México se colocó como primer productor de plata en el mundo y el segundo de oro, a esto también se le unieron, el petróleo, y productos agrícolas, Díaz se olvido de lo que necesitaba el gobierno para su sustento y permitió que los inversionistas se apoderaran de vastas regiones destinas a producir materias primas para la exportación.
Para apoyar el desarrollo comercial se fundaron asociaciones bancarias muy importantes entre ellas destacan el Banco Nacional Mexicano y el Banco Mercantil, para luego fusionarse y crear el Banco Nacional de México, así también se crearon el Banco de Londres y México y el Banco Hipotecario, con capitales extranjeros.
Para garantizar el desarrollo económico el gobierno amplió las vías de comunicación y transporte: construyó caminos, tranvías, amplio las comunicaciones postales y telegráficas, instaló teléfonos, estableció comunicaciones con Europa por medio de cable submarino.
La industria que más se desarrollo fue la textil principalmente en los productos de lana y algodón, por la producción algodonera, la exención de impuestos federales que Díaz otorgó por diez años y las licencias para importar maquinaria aunque sea por una vez.
EL SISTEMA FERROVIARIO
Durante los gobiernos de Juárez y Lerdo se comenzó a construir las vías férreas. A la llegada de Díaz al poder ya había 650 km. de vía, y para 1910 la red ferroviaria tenía 24 mil km.
En 1901 se fundó la Compañía del Ferrocarril Mexicano del Sur que construyó un ferrocarril interoceánico, el panamericano de Veracruz a Thuantepec, el Sud Pacífico y el Noroccidental. El impulso que se dio al sistema ferroviario obedeció al interés extranjero para extraer materias primas que necesitaban las fábricas, por esta razón los ferrocarriles unieron preferentemente los centros de producción nacional con puertos y con EU., dejando incomunicado al país.
LA PROSPERIDAD PORFIRISTA
Durante el gobierno de Díaz se rehabilitaron varios puertos, y se tendieron 20,000 kilómetros de vías férreas. Los ferrocarriles se trazaron hacia los puertos más importantes y hacia la frontera con los Estados Unidos, para facilitar el intercambio comercial con aquel país.
EL COMERCIO Y LA INDUSTRIA
Comercio las potencias mundiales de la etapa del porfiriato habían llegado a una nueva etapa del capitalismo: el imperialismo. La llamada segunda revolución industrial generó un aumento importante en la siderurgia, los transportes y la electrificación, haciendo más agudas las necesidades de materias primas industriales, alimentos, carbón y petróleo, mercados para los nuevos y numerosos productos, así como la salida para los fuertes capitales. Eso condujo a una nueva división internacional del trabajo. El desarrollo de las exportaciones mexicanas y el de un mercado interno mexicano estuvieron ligados estrechamente. Conforme crecían las exportaciones, aumentaba la demanda de los productos.
Con el progreso del sistema ferroviario se abarataban los costos del transporte, y esto fue positivo para el crecimiento de las transacciones interiores. Industria el desarrollo industrial durante el porfiriato se vio favorecido por varios factores: la construcción de las vías de ferrocarril, la creación de un mercado interno más amplio e integrado, el aumento de la población y la inversión extranjera. Hasta 1890 la presencia de grandes compañías extranjeras dotadas de maquinaria y técnicas de producción y administración modernas le dieron un vigoroso impulso a la industria. Crecieron en forma importante las industrias textiles, de calzado, peletera, bebidas, papel, vitivinícola, productora de azúcar y alimenticia. Experimentaron también un avance importante las industrias fabricantes de cemento, siderurgia, y química. Debido al crecimiento industrial en ciudades como México, puebla, Orizaba, monterrey, Guadalajara, se inició consecuentemente la aparición del proletariado industrial; se integraba por peones cuya situación era mala: castigos, descuentos, largas jornadas, no tenían sindicatos, prestaciones ni derechos laborales; al igual que en las haciendas, existían tiendas de raya en las fábricas. La mayor parte del capital extranjero invertido en la industria era francés: 53.2% colocado sobre todo en textiles; le seguían Alemania, los estados unidos e Inglaterra; sin embargo 0 no puede hacerse a un lado la importancia del capital nacional en la industria.
En los primeros años de vida independiente el país estaba muy mal
comunicado. Se viajaba en diligencias, a caballo o a pie, por caminos malos y plagados de asaltantes. Del transporte se hacían cargo los arrieros, con sus recuas de mulas.
Para ir del centro de México a los Estados Unidos habían que viajar por
barco, de Veracruz a Houston o a Nueva Orleáns. También se llegaba por mar a Yucatán. Durante el Porfiriato, los ferrocarriles y el telégrafo transformaron la vida. Los viajes resultaron más rápidos, cómodos y seguros; los mensajes llegaron en menos tiempo.
Logró ampliarse notablemente la educación pública; cada vez más gente pudo estudiar alguna carrera y empezó a surgir en las ciudades una clase media de profesionistas y burócratas. Mucho más gente aprendió a leer y esto permitió que apareciera nuevos periódicos, revistas y libros escritos e impresos
en México.
La paz propició que avanzaran las ciencias, las artes y la técnica. Se fundaron academias, museos y sociedades artísticas y científicas. Se construyeron teatros, representaban compañías europeas y mexicanas.
Pronto el cinematógrafo se extendió por todo el país. Un grupo de historiadores
publicó México a través de los siglos; otro grupo escribió México en su evolución social. Justo Sierra inauguró la Universidad Nacional.
Los músicos crearon composiciones con hondas y raíces populares. Hubo grandes novelistas, poetas, cronistas y cuentistas.
LA SITUACIÓN ECONÓMICA Y LA CRISIS
Las inversiones extranjeras durante el porfiriato reactivaron la economía mexicana pero esto propició una dependencia del capital extranjero que acabó por controlar todas las ramas importantes de la economía nacional.
Las mayores dificultades fueron entre otras las siguientes: la caída internacional del precio de las materias primas, la disminución del precio de la plata y la depreciación del peso, que durante el siglo XIX era igual al dólar. La política antinacional del presidente Díaz benefició a los ricos mexicanos y extranjeros, agudizó hasta el límite las contradicciones sociales y el pueblo se prepuso liquidar la dictadura con las armas.
LA REPRESIÓN
Los indígenas despojados fueron utilizados como esclavos para el cultivo de henequén y caucho haciéndolos trabajar desde el amanecer hasta el anochecer sin sueldo, malos tratos y peor alimentación; eran marcados como animales y cuando huían eran alcanzados por los oficiales y traídos de regreso, no era raro ver los asesinatos de los Mayas por capataces.
Al general Díaz no le gustó que los indígenas se levantaran porque él debía dar garantías al capital extranjero y reprimía al más leve intento de agitación. Durante el porfiriato si se criticaba el gobierno de Díaz era motivo suficiente de encarcelamientos, asesinatos y represarías.
distintas regiones de México, y sirvieron como medio de control político y militar. El correo y los telégrafos se extendieron por el territorio nacional. Se fundaron por el territorio nacional. Se fundaron algunos bancos, el gobierno puso en orden sus finanzas, comenzó a cobrar impuestos regularmente, y llegó a pagar las deudas del país. Esto permitió el progreso de la agricultura, el comercio, la minería y la industria: sobre todo la cervecera, la tabacalera, la vidriera y la textil.
México tuvo un crecimiento económico nunca antes visto. Pero el desarrollo favoreció desproporcionadamente a los pocos mexicanos y extranjeros que tenían dinero para invertir. Extensiones enormes de tierras deshabitadas fueron compradas por esa poca gente, que se hizo dueña de propiedades inmensas (latifundios).
La desigualdad entre los muy ricos, que eran pocos, y los muy pobres,
que eran muchísimos, se fue haciendo cada vez mayor. Los indígenas fueron despojados de sus tierras, y casi todos los campesinos tuvieron que trabajar en las haciendas. Estaban mal pagados, tenían poca libertad y se veían obligados a gastar lo que ganaban y a pedir fiado en las tiendas de raya, que eran de los patrones. Estas deudas los forzaban a seguir trabajando en la misma hacienda, aunque fueran maltratados.
MOVIMIENTOS SOCIALES
Orientado como estaba a favorecer al capital y su fortalecimiento, el régimen porfirista gobernó para un reducido grupo de empresarios y terratenientes nacionales y extranjeros. De ahí su caracterización como un régimen oligárquico. Durante todo el porfirismo hubo movimientos de resistencia, en su mayoría locales, aunque expresaban un malestar generalizado.
Las demandas de los trabajadores durante todo el porfirismo iban orientadas a mejorar sus condiciones de trabajo, aumentar salarios, reducir la jornada de trabajo, obtener el pago de días festivos y otras prestaciones. Asimismo, había una queja permanente contra las pésimas habitaciones que proporcionaban las empresas y su elevado alquiler. De aquella época son la gran huelga de los trabajadores de la fábrica Hércules en Querétaro, duramente reprimida, la de los tipógrafos de la imprenta del gobierno de México y las de los mineros de El Rosario en Sinaloa.
Porfirio Díaz tuvo una política doble frente a estas primeras organizaciones obreras. Busco controlarlas y corromper a los dirigentes. A los grupos más moderados les entregaba apoyo económico y a aquellos que no aceptaban el cohecho, normalmente los más radicales, los reprimía. De esta manera disminuyó su influencia y para la década de los noventa había disminuido mucho su actividad.
Las condiciones de trabajo en las fábricas, minas, campos petroleros, ferrocarriles, de propiedad extranjera, eran tan malas como en las fábricas propiedad de nacionales, pero añadían la discriminación racial. Como reacción, entre los obreros se despertó una conciencia nacionalista, como una forma de oponerse a la discriminación aunque eran sometidos por los monopolios extranjeros. Una exigencia generalizada era que los obreros mexicanos tuvieran las mismas ventajas de que disfrutaban los- extranjeros.
El arma a la que más recurrieron los obreros para presionar en busca de una solución favorable a sus demandas fue la huelga. Aunque estaban prohibidas todo tipo de huelgas, de 1881 a 1911 ocurrieron unas 250. Desde 1905 la situación de los trabajadores se agravó y el número de huelgas aumentó. Sólo en 1907 hubo 25 huelgas de gran envergadura en la República. La mitad de ellas en el Distrito Federal, le siguieron Veracruz y Puebla. Destacan las huelgas de Cananea en 1906 y Río Blanco en 1907: En Cananea, la mina era propiedad de la Cananea Consolidated Copper Company, propiedad de William C. Greene. La mina era una de las más importantes productoras de cobre, mineral que se exportaba en su mayor parte y que había adquirido gran importancia con el desarrollo de la electricidad.
Laboraban entre 4 y 5 mil obreros. Allí, la mecha que encendió la bomba fue la situación privilegiada de los trabajadores norteamericanos frente a los mexicanos. Mientras éstos realizaban los trabajos más pesados y recibían tres pesos diarios en moneda nacional; aquellos realizaban labores menos pesadas y recibían 5 pesos en oro. Los mineros fueron agredidos por dos hermanos norteamericanos, los Metcalf; respondieron el ataque y murieron ambos hermanos. Para reprimir a los trabajadores, el gobernador de Sonora, Rafael Izábal, y William C. Greene, trajeron cerca de 300 “rangers” bien armados de Estados Unidos. En unión con los esbirros de la empresa reprimieron a tiros a los trabajadores matando alrededor de 30. A pesar de la resistencia los obreros fueron vencidos, y los líderes del movimiento, entre ellos Baca Calderón y Diéguez, condenados a 15 años de cárcel en el castillo de San Juan de Ulúa.
El conflicto de Canaena duró unos días, sus consecuencias, años. Lo mismo podría aseverarse respecto de Río Blanco. Ambos movimientos estremecieron la estructura del porfiriato, pusieron de relieve la intolerancia de la dictadura y, sobre todo, su incapacidad para dar una respuesta positiva a las demandas de los trabajadores.
A pesar de la represión, la solidaridad se dio por todo el país. En ambos casos, el ejército de la dictadura había actuado en contra de obreros mexicanos para proteger intereses de extranjeros. El sentimiento nacionalista creció y el repudio al viejo general Porfirio Díaz fue aumentando.
CRISIS DEL PORFIRIATO
La crisis de la dictadura porfirista se expresa en todos los niveles de la vida del país. No fue sólo la crisis de un sector, sino que fue económica, política y social. Se habían acumulado una gran cantidad de tensiones de todo tipo, y aunque la apariencia de paz y orden que había forjado el dictador ocultaba la realidad, no tardaría ésta en aflorar violentamente. El último periodo presidencial de Díaz se vio conmocionado por graves crisis económicas y por amenazantes conflictos sociales.
Las plantaciones de caña de Morelos y Guerrero crecieron a costas de las tierras de pequeños campesinos que se vieron forzados a trabajar como peones. En la península de Yucatán y Valle Nacional, Oaxaca, los peones eran prácticamente esclavos, por el trato que les daban. A fines del Porfiriato se vivía en un clima de represión. De eso dan muestra la torpeza con que se negociaron y la dureza con que se reprimieron las huelgas de Cananea (1906), en Sonora, y de Río Blanco (1907), en Veracruz, así como manera en que se persiguió a los periodistas que criticaban al régimen. Los implacables rurales mantenían a sangre y fuego la paz en el campo.
ENTREVISTA A PORFIRIO
El periodista norteamericano James Creelman entrevistó a Porfirio Díaz el 3 de Marzo de 1908. Díaz justificó su prolongado gobierno y expresó su deseo de abandonar el poder. El texto que sigue es parte de esa entrevista.
Es un error suponer que el futuro de la democracia en México ha sido puesto en peligro con la prolongada permanencia en el poder de un solo presidente- dijo el gobernante en voz baja.
Puedo dejar la presidencia de México sin ningún remordimiento, pero lo que no puedo hacer es dejar de servir a este país mientras viva.
Recibí este gobierno de manos de un ejército victorioso, en un momento en que el país estaba dividido y el pueblo impreparado para ejercer los principios del gobierno democrático. Arrojar de repente a las masas la responsabilidad total del gobierno habría producido resultados que podían haber desacreditado la causa del gobierno libre.
LA DICTADURA PORFIRISTA
Los gobernadores y las autoridades locales no tuvieron casi poder en tiempos de Porfirio Díaz. El tomaba todas las decisiones. Los diputados y los senadores aprobaban todas sus iniciativas. La opinión pública debía estarle siempre agradecida. No se permitía ninguna confrontación de ideas ni de opiniones.
El presidente se reeligió varias veces. Por largo tiempo esa fórmula funcionó por que el país anhelaba la paz y la prosperidad, y porque el gobierno de Díaz logró un impresionante impulso económico. Con el tiempo, los problemas sociales se fueron agudizando. Aun lado de la creciente desigualdad y del clima de justicia que se vivía, el problema más grave fue que no había oportunidad para que quienes deseaban participar en la política pudieran hacerlo. En 1908, el periodista norteamericano James Creelman lo entrevistó. Díaz le dijo que
México ya estaba preparado para tener lecciones libres. La noticia llenó de optimismo a muchos, que comenzaron a organizarse para participar en las selecciones de 1910. Surgieron partidos políticos, y se escribieron libros yartículos que discutían la situación del país.
Díaz cambio la opinión y se reeligió de nuevo. Pero era ya imposible detener el deseo de cambio.
El pueblo mexicano estaba cansado de las revueltas y la inseguridad. Además, México necesitaba capital extranjero, porque no tenía dinero, y para atraerlo era indispensable que hubiera tranquilidad.
Con mano dura, Díaz impuso la paz y se preocupó porque el gobierno funcionara mejor. “Poca Política y mucha administración” era el lema de su tiempo. Díaz consiguió mantener el orden mediante la policía y el ejército. Se persiguió lo mismo a los bandoleros de todo intento de oposición. Con el orden, aumentó el trabajo y se hizo posible el desarrollo económico, pues el país tenía recursos y los empresarios podían obtener ganancias.
Sin embargo, con el paso de los años fue creciendo el descontento por la miseria en que vivía la mayoría de la gente y porque Díaz tenía demasiado tiempo en el poder.
Cada vez fue más difícil mantener el orden.
DECADENCIA DEL PORFIRIATO
En su sexto periodo de gobierno (1900-04), Porfirio Díaz manifestó su apoyo al Secretario de Hacienda José Ives Limantour para sucederlo en la presidencia, al mismo tiempo que alentaba las aspiraciones de Secretario de Guerra Bernardo Reyes con la misma finalidad. Sin embargo, la rivalidad que se genero entre ambos candidatos fue tan escandalosa y el desprestigio que se causaron tan grave, que sus ambiciones políticas cayeron por su propio peso.
Ante la falta de un digno sucesor del dictador, los diferentes grupos políticos se conciliaron con el fin de preparar una nueva reelección y propusieron la creación de la Vice-Presidencia y la ampliación del periodo de gobierno a seis años, de tal suerte que, en las elecciones de 1904 triunfo la formula Porfirio Díaz, Ramón Corral para dirigir al país en el sexenio 1904-10.
Tras varios años de persecuciones, encarcelamientos y clausuras, los colaboradores del diario Regeneración constituyeron en 1905 el partido Liberal Mexicano presidido por Ricardo Flores Magon, cuyo objetivo central era combatir la dictadura de Días luego de la huelga de Cananea, son. En junio de 1906, al mes siguiente el partido, dio a conocer su programa en el cual, entre otras cosas, demandaba para los trabajadores:
Jornada laboral de 8 horas, salario mínimo de un peso pagado en moneda de curso legal, higiene en fabricas y talleres, descanso dominical indemnización por accidentes y pensión por retiro, prohibición del trabajo infantil, etc.
También en 1906, grupos flores magonistas se levantaron en armas en Coahuila, Veracruz y Chihuahua, pero fueron reprimidos con crueldad por el ejercito porfirista, al igual que quienes participaron el la huelga de río blanco. A principios de 1907. Lo mismo ocurrió con las incontables rebeliones de campesinos mexicanos que siempre protestaron por el despojo de sus tierras.
El hecho de que en febrero de 1908 Díaz haya declarado a un periodista estadounidense que ya no deseaba continuar en el poder y que vería con gusto la formación de partidos políticos de oposición, motivó a Francisco I. Madero a publicar su libro "La sucesión presidencial de 1910" en el que invitaba al pueblo a formar partidos independientes.
Surgieron así varios partidos políticos de efímera duración, y el 1909 se formo el antirreleccionista que contaba entre sus miembros a Francisco I. Madero, Emilio Vázquez Gómez, Toribio Esquibel Obregón, José Vasconselos, Roque Estrada, Luis Cabrera, Félix Palavicini y otros.
En 1910 en el antirreleccionista, aleado del nacional democrático, lanzo como candidatos a la presidencia y Vicepresidencia respectivamente, a Madero y Francisco Vásquez Gómez. En plena campaña electoral, Madero fue detenido en Monterrey el 7 de junio y trasladado a San Luis Potosí donde permaneció en prisión mientras se celebraban las elecciones en las que la formula Díaz-Corral Triunfo de Nuevo, ahora para el periodo 1910-16.
Luego de la gran celebración del centenario del inicio de la Independencia Mexicana en al que, entre otras cosas, se inauguró la Capital Mexicana la Columna de las Independencia, Madero se fugo hasta San Antonio Texas, donde redacto el plan de San Luis (5-oct.1910) en el que, esencialmente: declaraba nula la reelección de Díaz, asumía provisionalmente la presidencia, llamaba al pueblo a levantarse en armas a partir del 20 de noviembre de 1910, prometía a los campesinos la restitución de sus tierras o la indemnización correspondientes y proclamaba los principios de sufragio efectivo y no reelección.
El plan de San Luis se difundió rápidamente y por todo el amito nacional, aparecieron grupos armados que apoyaron el movimiento de Madero. Caudillos como Adrián González, Pascual Orozco, entre otros.
Iniciándose así la primera etapa de la Revolución Mexicana y, tan solo 6 meses de lucha, lograron que se firmaran los convenios de Cuidad Juárez (21 de mayo 1911) en los que se estipulaba:
1. La renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia.
2. La renuncia de Madero al poder que le conferían el plan de San Luis.
3. El gobierno Interno de Francisco León de la Barra.
4. La convocatoria a nuevas elecciones.
5. El licenciamiento de las fuerzas revolucionarias de Madero.
Luego de la renuncia de Díaz (25 de mayo de 1911), de la Barra inicio su interinato en el Cual surgieron conflictos políticos que obedecían a dos factores:
Por un lado la imposibilidad de conciliación entre revolucionario y porfiristas en un mismo Gobierno, y por el otro, la profunda división que la actitud inconsistente de Madero causara en el grupo revolucionario al no cumplir promesas agrarias. En medio de estos conflictos se celebraron elecciones en alas que la formula Francisco I. Madero y José Ma. Pino Suárez como candidatos a la presidencia de la republica, y el partido constitucional progresista, resulto triunfadora por una inmensa mayoría.
CONSECUENCIAS DEL PORFIRIATO
-División en dos clases sociales: muy ricos y muy pobres.
-Industrialización del país.
-Mayor dependencia económica hacia EEUU y Europa.
-Aumento de la deuda (Juárez la dejó en 86 millones y Porfirio en 256 millones).
-Gran embellecimiento de la ciudad de México.
-No más reelecciones.
-El PRI.
-Identidad nacional (en el porfiriato se conformaron nuestros "héroes patrios" como Hidalgo o Guerrero).
-La "Revolución".
-Pancho Villa y su batalla de Columbus.
-México moderno.
CONCLUSIONES
Porfirio Díaz es sin duda una de las figuras más polémicas de nuestra historia. Atacado por unos y defendido por otros. Pero estamos conscientes que el Gral. Díaz formó parte de una etapa crucial en el acontecer social, político y económico de nuestro país.
Bajo su dictadura México consiguió un importante progreso económico. Aumentaron las inversiones de capital extranjero, lo que favoreció la construcción y expansión de la red de ferrocarriles, se elevó el desarrollo de la minería de plata, se instaló la primera línea telefónica, inauguró la comunicación vía telégrafo en Oaxaca, se exhibió el fonógrafo, entre otras cosas.